Chic@s ni se os ocurra venir a vivir a Italia. De vacaciones todo lo que queráis, a disfrutar a tope de su cocina y sus paisajes peeeroooo no vengáis buscando un lugar fácil en el que vivir. De sobras conocida la capacidad italiana de hacer difícil lo sencillo e imposible lo rutinario. Y como muestra un botón:
El viernes 25 febrero recibo las "bollette" o recibos para pagar la "tassa rifiuti" osea, la basura. Muy eficaces ellos te dan a elegir pagarlo una sola vez con validez anual o en cuatro veces, una por trimestre. Elijo la más suave, es decir; la aplazada o a "rateizzata". Con la sorpresa que el primer recibo vence hoy día 28. Me dije -no pasa nada, tengo todo el día- pos no. He ido esta mañana, com mi inseparable perro, a pagarlo a un establecimiento SISA, que son bares donde además te cobran recibos de servicios públicos a cambio de una comisión (un euro adicional de media) y ¡oh! lástima; esos recibos no están habilitados para pasarlos por su sistema, solo se puede pagar en la Posta (correos). Brrrr aparca coche, saca perro, mójate porque llueve (aquí siempre llueve) y ve a la Posta. Cuano llego tachaaan mil personas pero lo más crudo era el cartelito tercermundista de vietato l'ingresso ai cani ergo prohibida la entrada a perros.
Yo no dejo nunca a mi pequeña fuera de los establecimientos, pensad lo que queráis pero quien evita el peligro vive más tranquilo, nunca se sabe quién puede haber por ahí rondando. Pensé entonces en acercarme a la oficina propia de las basuras. Como vencía hoy el recibo no tenía mucha opción así que allá que voy... conduce, aparca, saca perro, mójate y llega para encontrarte de nuevo con el mismo cartelito de los coj eeem de personas ignorantes. Sí, ignorantes, porque no son los perros a molestar sinó los dueños que no los han educado los que generan problemas, y mi pequeña está educada faltaría plus. Pero ése es otro tema que me pierdo.
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El caso es que, resignado a perder toda la mañana, vuelvo a casa, dejo a mi perrita, cojo de nuevo el coche, conduzco, aparco, me mojo más aún y entro en la dichosa oficina de las basuras..... 6 personas delante de mi. -No es tanto- me dije iluso de mi. Resulta que sólo tienen una ventanilla de atención al público que atiende todo lo que le llega; pagar recibos, informar, atender quejas, explicar procedimientos, rellenar impresos, ¡todo! Había seis personas delante de mi y a la media hora habían ¡seis personas delante de mi.!.. Y así con prácticamente todo en este bendito país.
Total, que no he podido pagar el recibo, ¡ojo eh! que digo pagar, si hubiera querido pedir algo...
Ahora me tocará pagar el recibo anual, menos mal que vence en abril. ¿Podré pagarlo?
Mamma mia!!!
