viernes, 28 de junio de 2013

El hombre, devorador de sí mismo

En posts anteriores he tratado casos en las que se evidenciaba una siniestra realidad histórica. Como un bucle sin fin, muchos estamos cansados de ver como las mejores ideas y las más nobles intenciones desembocan en la corrupción del poder, en la tiranía, en singularidades narcisistas y centrífugas, cuando no en personajes patológicos de los que nuestra era contemporánea tiene ejemplos sobrados. Hoy, leyendo el comentario de @pratjm sobre esta opinión del diario El País, me ha venido a la cabeza la idea de pensar en la imposibilidad del ser humano por alcanzar un nivel mínimo de convivencia. Pero, os pongo primero el comentario: 

Extraido de este blog.
El Marxismo cayó en desgracia cuando su aplicación en países reales resulto un fracaso ya que no aseguró ni la libertad ni un avance económico adecuado de las sociedades en las que se implantó. El Capitalismo, en cambio, parecía ofrecer todo eso en países del mismo entorno. Una vez derribado el Comunismo real se ha descubierto que el Capitalismo lleva al robo masivo y al empobrecimiento de amplias capas de la población. Las libertades se están reduciendo a ojos vista. En los dos casos se trataba de la aplicación perversa de ambos sistemas por parte de élites corruptas. Por lo tanto, el Marxismo se recupera como alternativa ideológica ya que no es la ideología lo que es mala sino el secuestro de la misma. Es como asegurar que todas las enseñanzas de Jesucristo son perversas a la vista de la aplicación que ha hecho de ellas la Iglesia Católica
@pratjm


Luego, va a ser como con las armas, no es la ideología la mala de la película sino la aplicación desviada por parte de élites corruptas! Si conocemos la raíz del problema deberíamos estar muy cerca de la solución, ¿no?. Creo que lo único que podría impedir la entronización perpetua de un paranoico o un psicópata con labia en el poder, es un efectivo control de sus acciones por parte de una amplia gama de contrapoderes. La democracia parece (y quiero pensar que aún es así) el sistema menos malo de gobierno,como señaló el grande de Winston Churchill, pero, no parece suficiente. Estamos formalmente en democracia, votamos cada cierto tiempo y tenemos la ilusión de que "contamos algo" en el devenir de nuestra comunidad pero, ¿es así?. En Psicología Social se usa el término Conformidad para dar a entender la aceptación inconsciente del estatus quo del momento. Expresiones del tipo "Siempre se ha hecho así" o "Todo el mundo lo hace" sirven para corroborar la implantación de la corriente ideológica dominante en la que una mayoría impone su criterio. Por ejemplo; no hace tanto murió un ex-ministro del último dictador español, Fraga Iribarne. Este señor fue complice de un régimen dictatorial reconvertido en "Padre de la Constitución" de nuestra democracia actual y acreedor de un venerable retiro dorado como presidente de Galicia, su región natal. ¿Es esto lógico en una sociedad justa? La impunidad ¿es compatible con la vida democrática?¿De verdad alguien cree que es posible una verdadera paz sin justicia

La perversión del poder tiene múltiples caras. Incluso aquellas personas que aceptan jugar con las reglas establecidas por la mayoría, se encuentran con un techo de cristal, un tope máximo del que no pueden pasar, no obstante utilicen los canales predispuestos. Pensemos sino en la ILT llevada a cabo por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Un sueño de participación democrática en la vida pública que consiguió llegar al Parlamento para... ser manipulado, perfilado, desvirtuado por la casta política dominante. ¿Sirve de algo querer participar activamente de este modo? En mi fuero interno, pienso que si, por una simple razón; estas acciones dejan poso, siembran alternativas, propones otras visiones y nuevos modelos de hacer cosas. Es un camino muy largo pero muy firme puesto que cada vez más personas se van concienciando de que merece la pena trabajar por un cambio de paradigma. Estas personas, aunque su número crezca lentamente, son conversos fidelísimos, con una carga argumentativa muy persuasiva, capaces de convencer con el propio ejemplo y de sacar partido de las redes sociales on/off line, mientras aún sea libres. Si estas personas cuyo razonamiento y convicción personal es fruto de un largo proceso cognitivo, valoraciones de pros y contras, y consenso en la determinación de objetivos, llegara al poder.... ¿Qué sucedería? ¿Acabarían ellos también bajo el peso de la perversión como los mandatarios populistas o habría una posibilidad de construir algo bien hecho y para todos? O es que, de verdad de verdad, que no tenemos remedio y merecemos ser devorados por nosotros mismos. 

No sé, sólo por hoy me quedo con esta maravilla de noticia:  ¡La crisis ha terminado!  
¡Suerte!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opina libremente con educación y respeto.