Un indicativo del grado de madurez de los pueblos (y de las personas), es la manera en que asumen la responsabilidad de sus actos. Es habitual ver esa actitud que consiste en escurrir el bulto, en culpar a otros de las incapacidades propias. Por eso, vale la pena resaltar, como lo haría un buen Espriplopio, cuando alguien da ejemplo. Islandia, una isla-estado solitaria en el atlántico norte, sin más recursos que la pesca, el gas y el frio ártico, nos demuestra que al menos se puede pedir explicaciones a quienes permitieron enredarnos en esta gran estafa mundial del neoliberalismo que nos publicitan como una crisis inevitable. En Españistán, se trata ya de casi una quiebra en toda regla.
Los islandeses han decidido que los responsables de su "crisis" deben responder de sus actos. Y en eso están. En el artículo base de este post se explica cómo el ex-primer ministro va ser juzgado por permitir que la debacle se precipitara sobre su país. Nada de retirarse plácidamente con su sueldo íntegro, nada de colocarse en algún organismo estéril o en un consejo de administración de una gran multinacional.... no. Y desde luego nada que ver con lo que ocuerre en mi país. Ni siquiera el movimiento #democraciarealya con sus acampadas ha conseguido movilizar la masa crítica necesaria. ¿Será que la revoluciones no se hacen cuando aún te queda hipoteca por pagar? Iceland; A responder por sus actos antes el parlamento y ante sus ciudadanos. Viendo esto, a quién no loe entran ganas de ser islandés. Lástima del clima, sería una oferta tentadora.
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